¿Por qué mi bebé vomita la leche en fórmula?
En el emocionante viaje de ser padres, a menudo nos enfrentamos a situaciones que nos llenan de incertidumbre y preocupación, y una de ellas puede ser preguntarnos: por qué mi bebé vomita la leche de fórmula. El ver a nuestros pequeños pasando por estas situaciones puede resultar angustioso, pero no te preocupes, aquí estamos para ayudarte a entender mejor este fenómeno.
Diferencia entre vomitar y regurgitar
Antes de adentrarnos en las causas por las que los bebés vomitan la leche de fórmula, es vital que comprendamos la diferencia entre el vómito y la regurgitación. Aunque parezcan similares, son dos procesos diferentes.
¿Qué es la regurgitación?
La regurgitación es un proceso bastante común en los bebés, especialmente en los primeros meses de vida. Consiste en la liberación suave de un poco de leche, casi sin esfuerzo, generalmente después de alimentarse. Es algo que muchos padres suelen notar y que, la mayoría de las veces, no tiene implicaciones graves para la salud del bebé. Puedes pensar en ello como un derrame de leche del tanque de gasolina después de llenarlo.
No obstante, la regurgitación frecuente y en grandes cantidades podría ser un signo de problemas de alimentación o digestión. En esos casos, es importante consultar al pediatra.
¿Qué son los vómitos?
Por otro lado, los vómitos implican un esfuerzo mayor, generalmente acompañado de malestar y angustia en el bebé. Un bebé vomita a chorro cuando hay una expulsión violenta y abrupta del contenido del estómago. A diferencia de la regurgitación, el vómito puede ser una señal de que algo más serio está ocurriendo en el organismo del pequeño.
Los vómitos pueden ser un signo de infección, alergia o alguna otra afección médica. Si tu bebé vomita mucho y con frecuencia, es crucial que hables con un profesional de la salud tan pronto como sea posible.
En el siguiente vídeo podrás ver más detalladamente la diferencia explicada por el famoso pediatra Jesús Garrido:
Causas del vómito de la leche de fórmula
Ahora que ya sabemos distinguir entre el vómito y la regurgitación, es hora de entender por qué nuestro recién nacido vomita. Las razones pueden ser diversas y, aunque algunas de ellas pueden ser parte del proceso normal de desarrollo, otras podrían requerir atención médica.
Bebé alérgico a la proteína de la leche de vaca
Uno de los principales motivos por los que mi bebé vomita la leche puede ser una alergia a las proteínas de la leche de vaca. Al igual que las alergias a los frutos secos o el marisco en los adultos, esta alergia puede provocar una reacción en el sistema inmunológico del bebé.
Esta reacción puede dar lugar a una serie de síntomas, incluyendo cólicos, diarrea y, sí, vomitos. Si sospechas que tu bebé podría ser alérgico a la leche de vaca, es importante que lo consultes con tu pediatra. Podría ser necesario cambiar a una leche de fórmula especial o a una leche materna estrictamente controlada.
Bebé con reflujo o regurgitaciones
El reflujo es un motivo común por el cual los bebés que vomitan la leche de fórmula. Sucede cuando el esfínter esofágico inferior, la "puerta" entre el esófago y el estómago, todavía está madurando y permite que el contenido del estómago fluya de vuelta hacia el esófago.
No obstante, aunque el reflujo puede ser bastante común en los bebés, si parece ser excesivo o está acompañado de otros síntomas como pérdida de peso o incomodidad constante, es importante que lo consultes con un médico.
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Alimentación excesiva o sobrealimentación
Otra razón por la que tu bebé vomita la leche puede ser la sobrealimentación. Los bebés tienen estómagos muy pequeños y, a veces, podemos darles más de lo que pueden manejar.
Cuando el estómago del bebé está lleno, el exceso de leche puede terminar saliendo, lo que puede parecer vómito. Es importante prestar atención a las señales de saciedad del bebé y evitar forzarle a tomar más leche de la que puede manejar.
Por último, es importante recordar que los bebés necesitan tiempo para digerir. Tratar de alimentar a tu bebé demasiado rápido o no darle tiempo suficiente para digerir puede provocar vómitos. Al igual que si intentas llenar un globo de agua demasiado rápido, se desbordará.
Leche de fórmula mal preparada
Preparar correctamente la leche de fórmula es esencial para asegurar que tu bebé esté recibiendo la nutrición que necesita. Pero si la leche de fórmula se prepara incorrectamente, puede llevar a tu bebé a vomitar.
Si la fórmula es demasiado espesa o concentrada, puede ser difícil de digerir para el bebé y provocar vómitos. Por otro lado, si es demasiado diluida, el bebé puede terminar bebiendo más volumen de lo necesario para obtener los nutrientes que necesita, lo que puede provocar sobrealimentación y vómitos. Por lo tanto, es crucial seguir las instrucciones de la leche de fórmula al pie de la letra.
A continuación te dejamos un Tweet muy interesante con una infografía que explica cómo preparar correctamente un biberón con leche de fórmula:
Como preparar leche de fórmula?.#pediatria pic.twitter.com/Kekf611bg0
— PediatrasArg (@ArgPediatras) December 14, 2019
Gastroenteritis u otras infecciones
Al igual que los adultos, los bebés también pueden contraer infecciones gastrointestinales. Estas infecciones pueden provocar diarrea y vómitos. Si tu bebé tiene fiebre, no está tan activo como de costumbre, tiene diarrea o está vomitando más de lo normal, podría estar lidiando con una infección.
Además de las infecciones gastrointestinales, otras infecciones, como las del oído o del tracto urinario, también pueden causar vómitos en los bebés. Es importante recordar que los bebés no pueden decirnos qué les duele, así que debemos estar atentos a otras señales de enfermedad.
Finalmente, algunos bebés pueden tener condiciones médicas más serias que pueden causar vómitos. Si tu bebé está vomitando regularmente y tiene otros síntomas preocupantes, como pérdida de peso, es importante que lo vea un médico.
¿Cuándo acudir al pediatra?
Puede ser complicado determinar cuándo el vómito es una parte normal del desarrollo y cuándo es una señal de algo más serio. Pero hay algunas señales que nos pueden indicar que es hora de buscar ayuda médica:
- Tu bebé vomita después de cada alimentación.
- Parece estar perdiendo peso o no gana peso como se espera.
- El vómito es muy fuerte o a chorro.
- Hay sangre o un color verdoso en el vómito.
- Parece estar en dolor o muy molesto.
- El vómito viene acompañado de otros síntomas preocupantes, como fiebre o diarrea.
Como padres, nuestra intuición a menudo nos guía. Si sientes que algo no está bien, es mejor consultar con un profesional.
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